El origen de la palabra “brazalete” es “brachile” en italiano (del latín “braccio” o brazo), y “barcel” en francés. El uso de brazaletes, pulseras en hombres y mujeres se remonta a la antigüedad: para los romanos, un sencillo brazalete de oro en el brazo izquierdo era símbolo de valor militar. Desde el imperio romano al Renacimiento, el brazalete continúa siendo una joya popular tanto para hombres como mujeres, un elemento distintivo de su papel y poder para los primeros y sencillamente un adorno para las últimas, mejorados cada vez más con formas y nuevos materiales según los gustos y estilos de cada época. En la historia, el éxito de esta joya está estrechamente relacionado con la moda, pero hoy en día las pulseras son, tanto para mujeres como para hombres, los adornos favoritos, conocidos como el origen de las nuevas tendencias de la moda.